Trastornos ambientales de las branquias en los peces

Las branquias son órganos especiales que permiten a los peces respirar bajo el agua. Sin embargo, si el entorno de los peces no está bien cuidado, se pueden desarrollar trastornos branquiales. De estos, los tres trastornos principales son la enfermedad de las burbujas de gas, la toxicidad por dióxido de carbono y la toxicidad por sulfuro de hidrógeno.

1. enfermedad de la burbuja de gas generalmente se encuentran en sistemas de agua fría. Cuando el agua del tanque, acuario o estanque de peces contiene una cantidad anormal de gases disueltos (es decir, nitrógeno, argón, dióxido de carbono), los peces pueden desarrollar la enfermedad de las burbujas de gas. Esto sucede cuando el agua se calienta demasiado rápido o por una bomba defectuosa, que aspira aire con agua, en acuarios o tanques; también puede ocurrir si hay un fuerte crecimiento de algas en los estanques.

Los peces afectados desarrollan pequeñas burbujas de gas en los ojos, las aletas y las branquias. Luego se puede tratar expulsando el exceso de gases del agua a través de una fuerte aireación, mezclando el agua, y reparando cualquier dispositivo defectuoso.

2. Toxicidad por dióxido de carbono se produce cuando la concentración de dióxido de carbono en el agua supera los 20 mg por litro. El agua se vuelve ácida y por lo tanto tóxica para los peces.

Los peces con toxicidad por dióxido de carbono no responden y están letárgicos. El tratamiento implica una fuerte aireación (mezclar el agua) para expulsar el exceso de dióxido de carbono a la atmósfera y elevar el nivel de pH del agua.

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3. Toxicidad por sulfuro de hidrógeno puede ser fatal para los peces. El sulfuro de hidrógeno (H2S) es un gas que se forma en acuarios o estanques cuando ciertas bacterias se alimentan de desechos orgánicos en áreas de agua con poco o poco oxígeno. En grandes cantidades, el H2S es tóxico y puede reconocerse por el fuerte olor sulfúrico que emana del agua.

Los peces con una exposición prolongada se volverán delgados y enfermizos y desarrollarán daños extensos en las branquias. El tratamiento para esta toxicidad particular consiste en mantener el agua limpia de todos los contaminantes y airear el agua.

Prevención

Controle regularmente el pH y los niveles de gas en el agua para evitar la alteración de las branquias en el medio ambiente. Calentar el agua lentamente evita que el exceso de gases quede atrapado en el agua, al igual que mantener el agua limpia y en buenas condiciones.